Varias pueden ser las razones por las que en una edificación se necesite rehabilitar, reparar o cambiar las bajantes.
Independientemente de las razones, lo que está claro es que, aunque por norma general no se les presta atención hasta que no tenemos un problema, son un elemento fundamental que siempre debe estar en perfectas condiciones.
Cuándo es necesario realizar un cambio de bajantes
En primer lugar vamos a centrarnos en la salud. Y es que, por desgracia, aún existen muchos edificios que cuentan con materiales nocivos como el fibrocemento o el amianto en sus bajantes.
Evidentemente hablamos de edificaciones antiguas, en las que se hace imprescindible sustituir estas canalizaciones por otras fabricadas en materiales inocuos para la salud como el PVC. De hecho ni siquiera se permite repararlas en caso de rotura, es obligatorio sustituirlas.
Otra cuestión puede ser que se encuentren en mal estado. Este tipo de canalizaciones pueden sufrir desgaste, roturas o cualquier otro tipo de problema que, si no se soluciona, se transforme en otro más serio y costoso.
En último lugar pero no por ello se le puede restar importancia, nos encontramos con los problemas derivados de un mal uso, o de hábitos poco recomendables, que tienen como consecuencia atascos, malos olores, rebosamientos…, que hacen imprescindible el cambio de este tipo de canalizaciones,
¿Cómo se lleva a cabo el cambio de bajantes?
Es importante contar con personal especializado en este tipo de acometidas. Es fundamental encontrar el lugar en el que se ubica el problema y proceder de la mejor manera.
Por norma general se deberá realizar una abertura en el lugar en el que se localiza el problema. Retirar el tubo deteriorado y sustituirlo por otra canalización nueva.
En caso de que la instalación esté completamente deteriorada o que sea una canalización antigua compuesta por materiales nocivos para la salud, deberá sustituirse en su totalidad.
Es obligatorio cumplir con los requisitos en cuanto a la pendiente. Hay que tener en cuenta que son canalizaciones verticales, que deben asegurar un correcto desagüe y no pueden contar con codos y otras estructuras que dificulten la evacuación o que puedan provocar atascos, filtraciones, malos olores…
El cambio de bajantes finaliza una vez la instalación está sustituida o reparada, y, si ha sido necesario realizar una abertura, esta debe quedar convenientemente tapada.
¿Problemas con la bajante de tu edificio?
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