Rehabilitar un edificio antiguo es muy importante por múltiples motivos, como problemas estructurales, por ejemplo. Una de las dudas que existen cuando hablamos de la rehabilitación de un edificio, es qué zonas son a las que debemos prestar atención para hacer el cambio y mejorar aspectos como la eficiencia energética, la accesibilidad, etc. Por eso, a continuación, explicamos todos los pasos a seguir y hacemos hincapié en todo aquello que es susceptible de mejora.
Qué podemos rehabilitar en un edificio antiguo
- Aislamientos y sellados: hay que tener en cuenta el clima de la zona y aplicar los aislamientos y sellados adecuados sobre todo al techo, pero también a la fachada, para evitar que entre la lluvia y se acumule la humedad.
- Estructuras de cimientos: la durabilidad de estas estructuras es realmente preocupante. Por eso es uno de los aspectos clave a revisar a la hora de rehabilitar el edificio, y quizás aplicar un sistema de impermeabilización, tanto interno como externo, para alargar su vida útil.
- Muros y paredes: deben rehabilitarse teniendo en cuenta factores como el tipo de material que se puede utilizar, o su adecuación al clima de la zona, por ejemplo. Existen materiales que permiten mejorar la eficiencia de este tipo de estructuras.
- Iluminación: contar con una iluminación adecuada es otro de los puntos clave a la hora de planificar el sistema eléctrico del edificio durante su rehabilitación. Lo mejor, es aprovechar al máximo la luz externa, e instalar equipos eléctricos eficientes para poder reducir el consumo y ahorrar en las facturas eléctricas. Lo que no se puede hacer, es agrandar las ventajas existentes.
¿Qué otras cuestiones debes saber antes de rehabilitar un edificio antiguo?:
- Las competencias que permiten rehabilitar edificios antiguos son municipales. Los permisos hay que pedirlos al ayuntamiento en cuestión.
- Las reformas pueden ser obras menores y mayores. Las primeras no requieren de licencia al ser más sencillas. En las segundas sí es necesario.
En Loga Rehabilitaciones creemos que, con toda esta información, ya queda más claro qué zonas de un edificio son las que se pueden rehabilitar.